Dulce típico catalán, típicamente consumido en desayunos y meriendas y casi siempre acompañados de un buen chocolate caliente. De forma alargada y redondeada en los extremos, su ingrediente principal es el huevo batido, junto con azúcar y harina, quedando una masa abizcochada ideal para mojar. En algunas zonas de Sudamérica es típica una receta muy similar, sino igual, que se conoce con el nombre de vainillas. Por otro lado se parecen un poco a los sobaos pasiegos, pero difieren con estos en el hecho de que no añadimos grasas a los melindros mientras que los sobaos llevan, las más veces, manteca o mantequilla.
La receta:
Ingredientes:
200 g. de harina de repostería
150 g. de Azúcar
5 huevos
Vainilla en polvo, azúcar avainillado (
Azúcar glas para decorar
1- Separar las claras de las yemas. Batir las yemas con el azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una mezcla blanquecina y esponjosa.
2- Montar las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Sabremos que están listas cuando al inclinar el recipiente las claras se mantienen firmes.
3- Con la ayuda de un colador o similar con el objetivo de evitar grumos, ir echando la harina en el recipiente con las yemas y el azúcar, poco a poco y sin dejar de batir. A continuación mezclar con las claras montadas con mucha suavidad, proceso que podemos hacer con algún utensilio de cocina muy suavemente o, aun mejor, con las manos.
4- Con la ayuda de una manga pastelera de boquilla ancha o sin boquilla formar tiras de unos
5- Calentar el horno a 180° y hornear unos 10 minutos, hasta que la superficie este ligeramente dorada. Si nos gustan bien dulces antes de hornear podemos ponerles un poco de azúcar por encima. Otra opción es ponérselo una vez cocido, ya sea azúcar glas o granulado.
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