domingo, 1 de febrero de 2009

Leche frita



Leche frita

La leche frita es un dulce de harina cocida con leche y azúcar hasta que espesa, cortándose la masa resultante en porciones que se fríen. Suele tomarse de postre, espolvoreada con azúcar glas y canela.

El origen de la receta es incierto, reivindicando varias regiones españolas su autoría, si bien se suele considerar que surgió en San Sebastián (País Vasco).

Preparación

Existen muchas variantes tanto en la receta como en la forma de preparación y el acabado final. Todas ellas tienen en común la cocción de la leche con azúcar, canela en rama y opcionalmente cáscara de limón. Hay quien también añade cáscara de naranja. Substituye la canela por vainilla, usa más o menos cantidad de yemas de huevo, o, directamente, no usa. Hay quien le añade nata...

Ingredientes


1 cáscara de naranja 1 cáscara de limón
1 l de leche
150 gr. de azúcar
5 yemas de huevo
50 gr. de harina
80 gr. de maizena
1 palito de canela
Canela en polvo Azúcar para espolvorear Aceite para freír

Preparación

Calentar ¾ de la leche (es decir, reservar un vaso) con la rama de canela y las pieles de limón y naranja cortadas bien finas (evitando la parte blanca, que amarga). Cuando empiece a hervir retirar del fuego, colar para eliminar cualquier resto de piel o canela y dejar templar

Batir en un recipiente las yemas. Añadir la harina, la maizena y la leche reservada y volver a batir. Añadimos la leche de antes y mezclamos bien. Colamos de nuevo para quitar cualquier grumo que haya hecho la harina o la maizena y llevamos a fuego suave. Sin dejar de remover esperamos a que espese y haga el primer hervor.

Disponemos la mezcla en una fuente engrasada con mantequilla de manera que quede un grosor de un par de centímetros. Dejamos enfriar en el frigorífico algo más de 3 o 4 horas, hasta obtener una mezcla compacta que pueda cortarse con un cuchillo.

Desmoldamos y cortamos en cuadraditos. Pasamos por huevo batido y rebozamos con harina de maíz o maizena. Freímos en abundante aceite de girasol bien caliente, manteniendo cada porción durante unos pocos segundos, quedando trozos dorados pero en ningún caso demasiado oscuros.

Sacar, escurrir un poco y rebozar con una mezcla de canela y azúcar en grano o azúcar glas.


Variaciones y consejos:

Nata: postre más graso, menos ligero, pero ideal para los más golosos.

Vainilla: en vez de canela, a gustos.

Sin yemas: color más claro, sabor distinto, menos grasa.

Aceite para freír: el de girasol da menos sabor que el de oliva.

Temperatura: En general se consume frío. Pasadas unas horas después de freírla esta más jugosa, soltando una especie de almíbar.

Servir con: hay quien lo acompaña con mermelada, con frutos secos, con membrillo, con “salsa de anís” (almíbar con anís y azúcar)... infinitas posibilidades.


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