miércoles, 11 de febrero de 2009
Estrellas integrales de amapola
Estos panecillos semi-integrales son especialmente llamativos por su forma de estrella y su decoración a base de semillas, en este caso de amapola. La receta procede del libro de “Panes”, escrito por panadero de origen inglés Richard Bertinet y destinado a divulgar la preparación casera del pan del día a día. Si algún DIA queremos lucirnos con nuestros invitados podemos hacer una cesta de panes, poniendo este entre otros con distintos estilos, así como grisines.
Para elaborarlo mezclaremos casi a partes iguales harina integral y harina de fuerza ya que un pan 100% con harina integral suele resultar demasiado pesado.
La elaboración es simple y no necesitamos ningún molde especial: para darle forma nos bastará con una tarjeta tipo DNI o VISA.
Ingredientes (para 4 piezas individuales pero grandes)
4 g de levadura de cerveza o 10 g de levadura fresca
150 g de harina integral
100 g de harina de fuerza
150 g de agua
Sal
1- Amasar todos los ingredientes. Si se tiene amasadora, usarla. Sino mezclar todos los ingredientes sólidos y dar forma de volcán. Echar el agua en el centro y amasar durante 10 minutos. Dejar reposar dentro de un cuenco enharinado en un lugar cálido durante una hora.
2- Vuelva la masa entera en la superficie de trabajo. Si ves que la masa esta algo pegajosa espolvorea con harina dicha superficie. Divídela en cuatro porciones. Haz bolas y aplástalas ligeramente. Dóblalas haciendo “foolding” o “dobleces”, tal y como se muestra en las imágenes. Esto es: llevar un lado hacia el centro y sellar. El otro lado hacia el centro y sellar. Doblar por la mitad a lo largo y sellar. Redondear ligeramente y dejar reposar 5 minutos tapado con un paño.
3- Proceder así con las 4 porciones. Pasados los cinco minutos de reposo poner otra vez los panes sobre la superficie de trabajo, teniendo preparado un cuenco con agua y un plato con las semillas. Aplastar ligeramente cada pan y mojar la superficie superior con un poco de agua, sin pasarnos. Pasar la superficie mojada por el plato con las semillas. Es la hora de darle la forma de estrella. Como veis en la imagen de más abajo hay que coger una tarjeta de crédito o similar bien limpia y realizar un corte a lo largo del dentro de la masa. Tener en cuenta que el panecillo tiene que ser lo suficientemente grande como para que el corte no llegue a alcanzar sus extremos. Luego hacer otros dos cortes en diagonal cruzándose con el primero, como una X, obteniendo así una estrella. Levantar entonces el pan con cuidado y darle la vuelta de arriba abajo, como si de una camiseta puesta del revés se tratará. Es decir, las puntas que nos han quedado al hacer la estrella, que miran hacia dentro, las levantamos y las giramos, de tal manera que queden mirando hacia fuera y en el centro del pan quede un agujero redondeado. Poco a poco giramos todo el pan. Parece más difícil de lo que realmente es. Precalentar el horno a 250º y dejar reposar 45 minutos en un lugar cálido.
4- Pasado este tiempo meter en el horno, vaporizar con las paredes de este, bajar a 220º y hornear durante 10 o 12 minutos. Retirar y dejar enfriar.
martes, 10 de febrero de 2009
Cuscús con cordero y verduras.
El cuscús es sémola de trigo duro, mezclada y trabajada con harina y tamizada varias veces en forma de granos. Es un alimento típico de Marruecos aunque actualmente es conocido y se comercializa en gran parte del mundo. Puede preparase de infinidad de formas distintas. Hay hasta recetas de postres con el cuscús como base. Hoy, por eso, veremos un entrante sano y sabroso.
Cordero adobado:
300 g de cordero cortado a tacos.
Sal
Comino
Aceite
Pimentón rojo.
Hierbas aromáticas al gusto.
Vino blanco
Mezclar 2 cucharadas de aceite con 1 cucharada de vino, una pizca generosa de pimentón rojo, un poco de comino, sal y especies aromáticas al gusto y untar con la mezcla la carne. Dejar reposar unas horas en un lugar fresco.
El cuscús
250 g de cuscús
300 g de cordero adobado
2 cebollas pequeñas
1 zanahoria
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 diente de ajo
comino en polvo
aceite, sal y pimienta
1-Depositamos el cuscús en una olla grande con tapadera. Añadimos 350 ml de agua hirviendo con un poco de sal y removemos bien. Tapamos y dejamos reposar.
2- Aparte cortamos las verduras en brunoise, es decir, a cubos pequeños. Calentamos un poco de aceite en una sartén y echamos el ajo picado. Cuando empiece a estar dorado bajamos el fuego y, a fuego suave, echamos la cebolla. Cuando empiece a transparentar echamos ambos pimientos y la zanahoria y salpimentamos. Seguimos sofriendo a fuego suave hasta que las verduras este tiernas, cocidas y ligeramente doradas.
3- Por otro lado calentamos un poco de aceite en otra sartén y, a fuego fuerte, doramos la carne. Cuando este dorada por fuera añadimos el vino y, aun a fuego fuerte, dejamos que se reduzca casi completamente.
4- Destapamos la olla del cuscús. Teóricamente este se habrá hinchado, absorbiendo toda el agua y formando una masa apelmaza. Separamos con la ayuda de un tenedor o similar o con las manos.
5- Juntamos la carne, las verduras y el cuscús en un recipiente que llevamos a fuego suave. Añadimos el comino. Damos unas vueltas para que se integre todo bien y se mezclen los sabores y ya podemos servir.
Variaciones:
Se puede jugar con la proporción de verduras y carne según nuestros gustos pero sobretodo con la proporción de especies, consiguiendo sabores más o menos intentos y distintos, innovando con nuevas especies o hierbas aromáticas. Eso si, el comino es parte fundamental del sabor del plato y, a no ser que no nos guste nada, no recomendaría quitarlo.
lunes, 9 de febrero de 2009
"Babaganuch" o paté de berenjena
Este “paté de berenjena” procede en realidad del baba ganuj (o babaganuch) literalmente “coqueto y vicioso”. Se trata de una pasta a base de puré de berenjena típica de la cocina de Oriente. Se suele comer con pan de pita y tanto para comer como para cenar. Hay que tener en cuenta que su consumo está muy extendido por Oriente Medio y Oriente próximo y por ello hay infinidad de versiones, según el país pero también según el cocinero.
Es ideal, por lo tanto, para untarlo con pan, galletas saladas, nachos o incluso carnes
La berenjena:
Historia:
Su cultivo es antiquísimo y existen innumerables documentos escritos donde sitúan su origen en el sudeste asiático. Llevada por comerciantes árabes pasó al norte de África y más tarde, en la Edad Media, entró a Europa por la España musulmana, desde donde se extendió su cultivo por los países cálidos del Mediterráneo.
Es muy posible que por desconocimiento de cómo tratar culinariamente a la berenjena (cruda es muy indigesta) o por utilizar especies no comestibles causara problemas digestivos, creándose una mala fama. Durante los primeros siglos de la entrada a Europa existió la creencia de que su consumo provocaba múltiples enfermedades como fiebre, epilepsia y la locura, por lo que la planta fue utilizada durante tiempo como un adorno decorativo y exótico y no como un alimento.
Propiedades:
Su valor energético y nutritivo es pequeño comparado con otras frutas, verduras y hortalizas. Contiene escasas vitaminas, hidratos de carbono, proteínas y minerales, y obviamente, nada de grasa.
Fuente: wikipedia
La receta:
2 berenjenas
10 aceitunas negras deshuesadas
2 cucharaditas de cebolletas picadas
1 diente de ajo (medio si os gusta poco el picante)
un poco de aceite de oliva
Una cucharadita rasa comino
Pimienta y sal al gusto
1- Limpiar las berenjenas y abrir por la mitad, a lo largo. Pintar con aceite dejando que absorba un poco (la berenjena actúa un poco como una esponja). Meter al horno precalentado a 200º unos 40 minutos, a una altura más bien baja. Pasado este tiempo tienen que estar blandas y un poquito doradas (ver foto). Retiramos y dejamos templar.
2- Pelamos las berenjenas. Lo mejor es empezar a sacar la piel con un cuchillo y luego continuar estirando con la mano: así sacaremos solo la piel dejando toda la pulpa. Colocamos la pulpa en un colador y escurrimos el exceso de agua, presionando con un cucharon o estrujando con las manos.
3- Juntamos la pulpa escurrida con el ajo picado, las aceitunas deshuesadas y a trozos, añadimos el comino, salpimentamos al gusto y trituramos con la batidora.
Variantes:
La receta original, el baba ganoush, lleva tahin, una pasta hecha de semillas de sésamo muy típica en la cocina Oriental pero difícil de encontrar en nuestro país. De todas formas debido a la imigración empieza a verse en algunos supermercados.
Otra opción interesante es añadirle, una vez batido, piñones, ya sea enteros o partidos en dos.
También hay quien usa un poco de zumo de limón, y es que la receta auténtica oriental lo lleva como ingrediente, pero personalmente me gusta más sin ese toque ácido.
viernes, 6 de febrero de 2009
Bizcochitos de limón con chocolate, caramelo y lemon curd. En microondas.
Microondas, sabias que…
De www.sobrecuriosidades.com
Este nuevo “aliado” moderno surgió allí por 1945 cuando un ingeniero y científico norteamericano, Percy Spencer, en una de sus investigaciones para la empresa fabricante de radares para la cual trabajaba, Raytheon, descubrió que el magnetrón, un generador de altas frecuencias, había hecho que el chocolate que llevaba en uno de sus bolsillos se derritiera completamente al haber estado cerca de él.
Vemos pues, que como sucede con muchas aplicaciones actuales, como el GPS, el microondas también surgió por investigación militar, en este caso de radares.
De wikipedia:
Si un alimento no contiene agua, u otro líquido polar (con moléculas con un extremo positivo y otro negativo), no se calienta. Por eso un plato vacío no se calienta.
Nunca se debe poner algo con líquido sellado, como un huevo crudo con cáscara, o un recipiente de vidrio cerrado. El efecto es que el agua se calienta hasta transformarse en vapor, que se expande, generando gran presión, pudiendo llegar a estallar.
La receta:
Para el caramelo quemado:
Azúcar.
Unas gotitas de zumo de limón
Rellenar moldes de muffins o similares con una fina capa de azúcar y unas gotitas de limón(ver foto). Llevar al microondas 10 segundos. Parar y revisar. 10 segundos parar i revisar. Así hasta que veamos que el azúcar toma un color oscuro (ver foto). Cuando sea así retirar y dejar enfriar.
Bizcochitos:
2 limones
100 g de azúcar
2 huevos
100g de mantequilla y un poco más para untar el molde.
100g de harina de repostería
1 tableta de chocolate (opcional)
1- Batir la mantequilla con el zumo de medio limón y la piel de todo el limón, esta última rallada bien fina. Cuanto la mezcla este espumosa , añadir los huevos de uno en uno e ir batiendo. Finalmente agregar la harina y la levadura sin grumos.
2- Verter la mezcla en los moldes caramelizados. Si se quiere un toque de chocolate rellenar hasta la mitad, poner un poco de chocolate rallado o en pequeñas porciones (ver foto) y cubrir hasta arriba. cubrir bien con papel film y llevar al microondas a potencia media (unos 650w) durante cuatro minutos aprox.
“Cristal” de azúcar
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de agua.
Disolver el azúcar en el agua y calentar al microondas a potencia máxima. Ir parando cada veinte segundos hasta que veamos que la mezcla espesa ligeramente y obtiene un color amarillento. Otra manera de ver que esta listo es echar una gotita en una superficie fría: debe solidificar a los pocos segundos. Si es así habrá que proceder con la mezcla bien caliente. Ponemos un molde de galleta o similar ligeramente engrasado con la forma deseada (en mi caso una redonda) sobre un papel de horno y rellenamos con la mezcla obteniendo un espesor de uno o dos milímetros. Dejamos enfriar, quitamos el papel y el molde y listo.
Lemon Curd para decorar
1 huevo
35 g. De mantequilla
70 g. De azucar
Ralladura de medio limón. Si es muy grande, algo menos.
50 ml. de zumo de limón
1- En un recipiente apto para microondas batir los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla suave. Añadir el zumo y la ralladura de limón y la mantequilla. Llevar al microondas a potencia media a intervalos de 20 s, removiendo bien al final de cada intervalo. Es importante no saltarnos ningún intervalo ya que podrían quedar porciones de huevo cocidas. Cuando la mezcla espese lo suficiente, retirar. Para saberlo metemos la cuchara y la levantamos al revés. Si el dorso de la cuchara queda untado y la crema no se escurre rápidamente es que ya esta lo suficientemente espesa.
En las fotos se aprecia el lemon curd de color muy anaranjado. Eso es debido a que por falta de ingredientes use solo yemas. Si se usan yemas y claras el resultado es mejor.
Para el montaje del plato:
Desmoldar los bizcochitos cuando ya esten frios. Poner sobre el cristal de azúcar y regar con un poco de lemon curd, este último frio de la nevera.
jueves, 5 de febrero de 2009
Frijoles negros al estilo cubano
Consumidos desde antaño, los frijoles son típicos de gran parte de Sur América. La receta que hoy os traigo es cubana, y seguramente de platos como este saco las fuerzas Fidel Castro (de joven en la foto, el del dentro) para encabezar la revolución cubana durante los años cincuenta, derrocando el régimen de Fulgencio Baptista y estableciendo así el primer estado socialista de América.
Aún así no dejo de ser (y es) una dictadura, privada de ciertas libertades fundamentales, con pena de muerte, control de prensa, falta de libertad de expresión…
Por el contrario su sanidad es de las mejores de América, su tasa de mortalidad infantil la más baja del continente y su educación esta clasificada como una de las mejores de América.
Fidel a nacionalizado muchas empresas y su permanente estado de crisis se debe más a un ahogamiento por parte de otros gobiernos (EUA principalmente) y a la caída de los regimenes comunistas de
Sin embargo los ejecutados se cuentan por miles y el país sufre una grave crisis económica. Hay hasta cartilla de racionamiento.
Los fríjoles
Los frijoles, frejoles, judías, porotos, chingadillas, granos, pochas, fabas, chícharos, caraotas, alubias o habichuelas son las semillas comestibles de la familia Fabáceae. Es una planta anual originaria de Centroamérica y Sudamérica que se cultiva en todo el mundo en sus diferentes variedades.
Son uno de los alimentos más antiguos que el hombre conoce; han formado parte importante de la dieta humana desde hace miles de años. Fueron uno de los primeros productos alimenticios que se cultivaron.
Los frijoles comunes empezaron a cultivarse hace aproximadamente 7000 años, en Perú.
En las comunidades guaraníes de uno de los platos que preparan consiste en cocer las semillas y, después de molidas, mezclarlas con legumbres. Se le da una forma apanada, apta para comer cocida, frita o al horno. También se preparan flanes, refrescos y panes con su harina.
La receta:
Antes de nada decir que como los tiempos de cocción son muy variables habrá que ir añadiendo caldo o agua a lo largo del proceso ya que queremos que siempre haya suficiente para que hierba sin que se nos pegue pero que tampoco sobre, pues no buscamos hacer “sopa de frijoles”.
1 pimiento rojo
2 cebollas
6 dientes de ajo
1 cucharada rasa de azúcar moreno (si es blanco no pasa nada)
1 vaso de vino tinto
2 hojas de laurel
2 cucharaditas de vinagre
Orégano, comino, pimienta negra y sal.
1- Lavar los frijoles. Tener en cuenta que a veces tienen restos de tierra o piedras.
2- Ponerlos en remojo una noche entera, es decir, ocho o diez horas, con el agua o el caldo y una cucharadita de sal.
3- Pasado el tiempo de reposo poner a hervir la olla donde tenemos los frijoles en la misma agua donde han estado en remojo. Empezamos con 20 minutos a fuego fuerte. Pasado ese tiempo dejar hervir tapados a fuego medio-bajo hasta que estén algo blandos. Tener en cuenta que en los pasos siguientes todavía os coceremos otra hora larga. El tiempo depende mucho de las legumbres: lo secas que estén, la variedad que sea… por eso no doy un tiempo exacto, pero puede rondar la hora y media, o más.
4- Por otro lado hacemos un sofrito cortando las verduras en brunoise (dados muy pequeños) y los ajos picados. A dicho sofrito le añadimos un par de hojas de laurel y las especies nombradas. Cómo siempre cantidades al gusto. Sofreímos a fuego medio hasta tener la cebolla transparente y el pimiento bien cocido. Yo suelo ser generoso con el comino ya que creo que le da un toque delicioso.
5- Añadimos el sofrito a los frijoles y ponemos a hervir de nuevo, otros 40 minutos, a fuego suave.
6- Mezclamos el vino con el azúcar moreno y añadimos a la olla. Dejamos hervir otro rato, hasta que estén listos para comer (se prueban, y si gustan pues están hechos). En teoría deberían de ser sobre 15 minutos más de cocción pero dependerá de los tiempos usados anteriormente, así que no os extrañéis si lo tenéis otros 45 min. más después de haber añadido el vino. Al retirar, si hemos ido añadiendo correctamente los líquidos deberían de quedar espesos y no como una sopa, aunque esto también va al gusto de cada uno
Al servir se pueden aliñar con un chorrito de aceite de oliva y/o acompañar con arroz blanco. Si hacemos lo segundo estaremos preparando lo que en gran parte de Sudamérica se conoce como “moros y cristianos”, haciendo alusión al contraste del negro con el blanco, los fríjoles con el arroz.
Noticia curiosa:
3 de noviembre de 2008
de www.PayoLibre.com
La señora Milagros Ramírez García protestó en un establecimiento comercial estatal en la ciudad de Santa Clara, por los frijoles de mala calidad que allí le vendieron, el pasado día 9, por considerarlo abusivo.
Según la propia afectada, la compra de este producto se efectuó en la placita ubicada en la esquina de Independencia y Juan Bruno Zayas, de esta localidad, y los granos adquiridos eran una liga de varios tipos, que tenían una gran cantidad de piedra.
Ramírez García le manifestó al dependiente que ella quería dos libras de frijoles, no una de granos y otra de piedras, a lo que el señor le respondió que esos frijoles venían así de la China.
Milagros Ramírez García es una opositora pacífica y reside en la calle San Pedro #124, en el reparto Raúl Sancho, Santa Clara, Villa Clara, Cuba.
Agencia Villa Clara Press
Y una explicación....
16 de noviembre de 2008
http://www.kubafotos.com/blog/
He estado leyendo una noticia sobre cuba referente a las quejas de una mujer que fue a un establecimiento cubano a comprar frijoles y frijoles cubanos se encontró con que los frijoles que vendían las ¾ partes de su contenido era piedra, esto un cubano que me lea sabe de que hablo pero hoy quiero hablar para el mundo fuera de cuba un poco dar a conocer esta traquimaña que se realiza en cuba para robar al estado y a las personas.
Comienzo con la que da titulo a este articulo echarle piedras a los frijoles los cubanos estando en cuba sin un motivo lógico ya nos hemos acostumbrado a encontrar piedras dentro de los frijoles ¿pero cual es el porque de las piedras ahí? Pues es muy sencillo es la forma que encuentran los cubanos que trabajan en ello para sacar dinero extra, al salir de los almacenes el camionero que trasporta los frijoles se le da una carga por ejemplo de 2 toneladas de frijoles pues este al salir a la carretera en algún lugar estratégico agrega 100 kg de piedras pequeñas dentro de esos frijoles por lo que ahora ya la carga de frijoles se convierte en 2 t y 100 kg una vez llega a sitio donde será vendido a la población este camionero llega a un acuerdo con el personal de dicho establecimiento para venderles 100 kg de frijoles que lleva de mas (en realidad es piedra lo que esta vendiendo) lógicamente lo ofrece a un precio menor al del mercado por lo que al ser vendido a la población a precio de mercado quien lo vende recibe un beneficio por los 100 kg de piedras convertidos en frijoles. Esto también lo hacen con el resto de granos existentes no solo con los frijoles, por lo que los cubanos cuando ya están en su casa a pesar de sufrir por la falta de alimentos también deben sacar de sus granos las piedras por las que han pagado y que no se podrán comer.
martes, 3 de febrero de 2009
Pan sorpresa
Este fin de semana tenia que preparar una comida informal pero atractiva y buscando ideas llegue al genial blog de www.webos-fritos.blogspot.com y más concretamente a la receta que Su llama pan Kinder, y que según afirma la idea original proviene de un panadero inglés de mucho prestigio llamado Richard Bertinet.
La idea es simple: hacer una masa de pan a la que daremos forma de bola hueca, para luego vaciarla por abajo y rellenarla con lo que se nos ocurra: en mi caso de ensalada. El relleno queda escondido y el comensal, cuando llega a la mesa, no se encuentra más que un “pan” en el plato. Si no sabe de qué va seguramente quedará estupefacto: ¿Qué clase de primer plato es un pan tal cual?
Si el relleno es una ensalada variada, por ejemplo, este pan relleno puede ser perfectamente un plato único, ideal para una cena. Si se quiere darle un “aire romántico” se puede hacer una bola de pan más grande y comerla entre dos.
750 grs. de harina
11 grs. de levadura de cerveza
20 grs. de sal
300 ml. de agua fría
100 ml. de aceite de oliva
Papel de horno
La ensalada
2 lechugas largas
1 pechuga de pollo
3 zanahorias
La vinagreta para la ensalada
2 cucharada de mostaza
14 cucharadas de aceite
8 cucharadas de vinagre
4 huevos
4 cucharadas de perejil picado
sal y pimienta a gusto
El pan
1- Tamizar la harina con la levadura. Añadir el agua y la sal y amasar un poco. Añadir el aceite y seguir amasando hasta obtener una masa nada pegajosa y algo elástica. Como ya sabéis las cantidades de harina y de agua pueden variar por diversos factores.
2- Dejar reposar la masa en un lugar cálido durante una hora.
3- Dividir la masa en 6 porciones parecidas. Si es necesario podemos usar la balanza para hacerlas lo más parecidas posible. Formar bolas con cada porción y estirar con el rodillo, dándole forma redondeada. Es un factor clave el grosor: tiene que ser una masa bien fina, con un par de milímetros de grosor vamos bien. Ponemos una bola generosa de papel de horno en el centro y con cuidado, vamos cerrando la redonda de masa, formando una esfera con el papel de horno dentro. Sellamos las junturas mojándonos ligeramente las manos.
4- Una vez tengamos todas las bolas las ponemos en una bandeja de
horno, con las junturas hechas con la mano húmeda hacia abajo. Espolvoreamos los panes un poco de harina (a ser posible harina de maíz o semolina), y llevamos al horno precalentado a 220º arriba y abajo. Al poner los panes rociar las paredes del horno de agua con la ayuda de un bote tipo spray. Esto sirve para crear vapor y obtener una corteza más crujiente. Si les cae un poco de agua pulverizada a la superficie de los panes no pasa absolutamente nada. Situar los panes un poco más bajos de lo normal ya que al ser tan fina la parte superior (más que la inferior, que debido a las junturas es más gruesa) se tuesta enseguida. En 10-12 minutos tendremos los panes listos. Para saberlo podemos golpearlos y comprobar que suena a hueco así como ver que la corteza esta ligeramente dorada. Sacar del horno y dejar enfriar.
1-Rallar las zanahorias y cortar la lechuga en juliana (tiras finas).
2-Asar la pechuga de pollo a la plancha con un poco de aceite y cortar a tiras finas.
3-Mezclara la zanahoria, la lechuga, los piñones y la pechuga a tiras.
La vinagreta:
1-Cocer los huevos en agua hirviendo durante 12 minutos (lo que viene siendo hacer huevos duros).
2-Picarlos muy finamente y mezclar con el resto de ingredientes. Reservar.
Montaje del plato:
Lo haremos justo antes de servir ya que sino en pan se ablandará.
1- Una vez este frió el pan, los abrimos por debajo con la ayuda de un cuchillo y con cuidado de no romperlo. La parte cortada la desecharemos ya que se trata de la parte más gruesa, la de las junturas, que no esta ni la mitad de buena que la parte superior y que además suele estar algo cruda.
2- Mezclamos la vinagreta con la ensalada y rellenamos los panes. Para servir lo mejor es poner el plato encima la obertura del pan y dar la vuelta, como si girásemos una tortilla
domingo, 1 de febrero de 2009
Leche frita
Leche frita
El origen de la receta es incierto, reivindicando varias regiones españolas su autoría, si bien se suele considerar que surgió en San Sebastián (País Vasco).
Preparación
Existen muchas variantes tanto en la receta como en la forma de preparación y el acabado final. Todas ellas tienen en común la cocción de la leche con azúcar, canela en rama y opcionalmente cáscara de limón. Hay quien también añade cáscara de naranja. Substituye la canela por vainilla, usa más o menos cantidad de yemas de huevo, o, directamente, no usa. Hay quien le añade nata...
Ingredientes
1 cáscara de naranja 1 cáscara de limón
1 l de leche
150 gr. de azúcar
5 yemas de huevo
50 gr. de harina
80 gr. de maizena
1 palito de canela
Canela en polvo Azúcar para espolvorear Aceite para freír
Preparación
Calentar ¾ de la leche (es decir, reservar un vaso) con la rama de canela y las pieles de limón y naranja cortadas bien finas (evitando la parte blanca, que amarga). Cuando empiece a hervir retirar del fuego, colar para eliminar cualquier resto de piel o canela y dejar templar
Batir en un recipiente las yemas. Añadir la harina, la maizena y la leche reservada y volver a batir. Añadimos la leche de antes y mezclamos bien. Colamos de nuevo para quitar cualquier grumo que haya hecho la harina o la maizena y llevamos a fuego suave. Sin dejar de remover esperamos a que espese y haga el primer hervor.
Disponemos la mezcla en una fuente engrasada con mantequilla de manera que quede un grosor de un par de centímetros. Dejamos enfriar en el frigorífico algo más de 3 o 4 horas, hasta obtener una mezcla compacta que pueda cortarse con un cuchillo.
Desmoldamos y cortamos en cuadraditos. Pasamos por huevo batido y rebozamos con harina de maíz o maizena. Freímos en abundante aceite de girasol bien caliente, manteniendo cada porción durante unos pocos segundos, quedando trozos dorados pero en ningún caso demasiado oscuros.
Sacar, escurrir un poco y rebozar con una mezcla de canela y azúcar en grano o azúcar glas.
Variaciones y consejos:
Nata: postre más graso, menos ligero, pero ideal para los más golosos.
Vainilla: en vez de canela, a gustos.
Sin yemas: color más claro, sabor distinto, menos grasa.
Aceite para freír: el de girasol da menos sabor que el de oliva.
Temperatura: En general se consume frío. Pasadas unas horas después de freírla esta más jugosa, soltando una especie de almíbar.
Servir con: hay quien lo acompaña con mermelada, con frutos secos, con membrillo, con “salsa de anís” (almíbar con anís y azúcar)... infinitas posibilidades.